Derrota contundente la que sufrió el Club Balonmano Pozoblanco ante un Handbol Bordils que fue superior de principio a fin y que en muchas fases del partido fue un auténtico rodillo para los hombres de Miguel Ángel Moriana. Un equipo que empieza a echar en falta la aportación de jugadores vitales como Julián Portero, Alberto Requena -le costó entrar en el partido- o Paco Bustos. A los diez minutos de empezar la segunda parte, el conjunto vallesano bajó ya los brazos ante la imposibilidad de conseguir traerse un resultado positivo de su viaje a tierras catalanas.
El Balonmano Pozoblanco no entró nunca en el partido y chocó frontalmente con la defensa 6-0 planteada por el cuadro local que en ningún momento supo romper. Tuvo que entrar en el segundo parcial el partido para que los de Moriana vieran portería con acierto y en el primer cuarto de hora los pozoalbenses tan solo atesoraban tres goles a su favor, uno del pivote Alonso, una contra de Ángel Povedano y un lanzamiento desde los siete metros de Alberto Requena.
Los catalanes, con la aportación vital de su portero Joan Comas, tiraron de contras letales y así, muy pronto y animados en todo momento por su público, pusieron las primeras ventajas claras en el marcador. Antes de llegar a ese minuto 15, en el 12 Moriana pidió un tiempo muerto donde movió sus peones en la primera línea, dio entrada a Paco Bustos en el pivote y al francés Mathieu en el extremo en sustitución de Nacho del Castillo.
Los cambios no sirvieron para gran cosas porque el partido siguió por los mismos derroteros. El conjunto catalán siguió aprovechando a las mil maravillas cada contra y se mostró excesivamente superior en el ataque estático a pesar de la variedad defensiva planteada por Moriana que arrancó con una 5-1, pasó por una individual al central, una 4-2 o hasta una 3-3. Defensas exigentes para el físico que evidenciaron que los blanquillos acusan el paso de los minutos. Además, en el minuto 22 saltaron las alarmas con la lesión de Ángel Povedano que tuvo problemas en un tobillo y requirió de un aparatoso vendaje que le realizó el médico del conjunto catalán.
Todo igual
En la segunda parte la película del partido pareció entrar en un pause porque estos treinta minutos fueron un calco de los primeros. La superioridad del conjunto local siguió plasmándose con una solvencia apabullante y llegando hasta tener doce goles de renta a su favor que tan solo se vieron recortados en un tímido intento de reacción visitante con un par de lanzamientos de Requena que dejaron esas diferencias en ocho. Insuficiente.
Después de ese espejismo, dio la sensación que el Balonmano Pozoblanco bajó los brazos y dio por perdido un partido que pareció tener en contra desde el calentamiento. Por primera vez, el cuadro de Miguel Ángel Moriana dio una versión de sí mismo que dista mucho del equipo que se vio durante la pretemporada y que dejó tan buenas sensaciones. Evidentemente, también hay que tener en cuenta el largo viaje y las condiciones del mismo.
FICHA TÉCNICA:
34.- HANDBOL BORDILS: Joan Comas, Oriol Márquez (2), Marc Combis (8), Marc Prat (3), Eduard Nono (5), Joan Vilanova (2) y Marc Canyigueral (3) –siete inicial-, Jordi González (p.s.), Reixar, Daniel Maso (7), Jordi Maso (1), Ignasi Moreno (2) y Gerard Farrarons (1).
24.- CLUB BALONMANO POZOBLANCO: Víctor González, Nacho del Castillo (1), Adrián Santamaría (1), Julián Portero (1), Paco Bustos (1), Ángel Povedano (4) y Alberto Requena (6, 1p) –siete inicial-, Mathieu (2), Alonso (4), Cristóbal Ortega y Agustín Casado (4).
ÁRBITROS: Martín Soria y Iniesta Castillo, de Valencia. Excluyeron a los locales Oriol Márquez, Marc Prat, Eduard Nono, David Maso y Jordi Maso; a los visitantes Nacho del Castillo, Adrián Santamaría y Julián Portero.
PARCIALES CADA CINCO MINUTOS: 2-0, 5-2, 9-3, 11-6, 14-7, 18-9 (descanso), 22-11, 24-13, 27-16, 29-19, 31-22 y 34-24.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la quinta jornada de liga de la División de Honor Plata disputado en el Pabellón Municipal Blanc i Verd ante unos 600 espectadores.
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