Con la práctica totalidad de los usuarios y trabajadores vacunados, Esther Tirado e Inmaculada López, directora y trabajadora social de la residencia Hnas. Muñoz Cabrera, atendían a los medios para relatar el primer día de vacunación en un centro de mayores de la comarca de Los Pedroches. Antes, pudimos compartir algunos minutos con ellas y otras trabajadoras del centro y ser testigos de los nervios y la emoción. Con más calma, el mensaje era el mismo: «la vacuna viene a dar esperanza».
La directora del centro puso en valor que «todas las familias han dado el consentimiento para la vacunación y eso es muy importante», de ahí que fueran 94 residentes los vacunados ayer miércoles en este centro a lo que hubo que sumar 47 trabajadores. «Estamos muy contentos, ha tardado en llegar porque estaba previsto arrancar el día 28, pero ya está aquí y estamos con mucha alegría», explicó Tirado.
Respecto al proceso de vacunación, que se saldó sin incidencias como luego se notificó a todas las familias, se produjo relativamente rápido ya que «el problema no es la vacunación, es la preparación, no es una vacuna como, por ejemplo, la de la gripe que ya viene preparada. Luego, aplicarla es rápido», apuntó Inmaculada López.
Los residentes fueron los protagonistas de una jornada verdaderamente histórica, se mostraron «ansiosos» por ponerse la vacuna. «Estaba contentísimos haciendo la cola, parecía que les iban a regalar un jamón», afirmó Esther Tirado que recalcó que «el equipo se ha desplazado hasta la sala donde estaban las personas dependientes, así que ha sido más cómodo». Para inmortalizar el momento, cada mayor tuvo su foto para poder compartirla con la familia.
La alegría, sin embargo, hay que tomarla con cautela porque queda una segunda dosis y tiempo para que se vuelva a recuperar el ritmo y la vida normalizada de un centro de estas características. Las medidas seguirán siendo las mismas, las restricciones seguirán existiendo, pero «esta vacuna nos da mucha ilusión». Ilusión para mayores y trabajadores porque también ellos lo han pasado mal durante todos estos meses porque «hemos estado muy juzgados, hemos llorado mucho, pero ahora tenemos esperanza», zanjó Tirado.
Además, de los mayores de las dos residencias de Pozoblanco en el primer día de vacunación también recibieron la primera dosis trabajadores del Área Sanitaria Norte.
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