Es tiempo de carnaval, que como siempre pasa de los locales de ensayo al teatro y de ahí a la calle. Antes de esa última parada, las agrupaciones pozoalbenses participaron en un nuevo certamen que tuvo tintes de Cádiz con el cierre a cargo de ‘La chirigota de Los Molina’. Antes de ese viaje a tierras gaditanas, las agrupaciones locales se reencontraron con un público al que invitaron a seguir viéndose en las calles, con dos coloretes y con disfraces para vivir la magia del carnaval.
Y precisamente con magia empezó la noche porque ‘Los magos de Afemvap’ fueron los encargados de abrir el certamen con sus coplas sacadas de sus chisteras. Esos «invisibles» que se hicieron escuchar como parte de la sociedad, sin «penas» ni condescendencia, tan solo viendo a esos invisibles. La chirigota apeló, de igual modo, a la necesidad de divertirse en esta fiesta y para eso, ellos ponen su magia.
La segunda agrupación en pisar las tablas de ‘El Silo’ fue la propuesta de Los Batallitas, que este año se presenta con la chirigota ‘Este año, yo te la voy a enseñar’, un tipo de guías turísticos al que le sacan mucho provecho. Unos guías capitaneados por el pregonero que más sabe de Pozoblanco, Vicente Ruiz ‘El Soro’. La agrupación arrancó su actuación recordando el lapsus del alcalde, Santiago Cabello, y la concejal de Cultura, Marisa Sánchez, cuando en la rueda de prensa de presentación del carnaval no supieron enumerar las agrupaciones que cantarían en el certamen.
Después del ‘sketch’, la agrupación empezó a tirar de tipo y de repertorio con una presentación ácida donde ya dejó alguna crítica en ese recorrido por Pozoblanco. La ruta siguió en el primer pasodoble con un recorrido por la localidad pozoalbense, «un tesoro» para una chirigota que señala la obligación de sumarse a otros paisanos que «viven lejos» de su tierra porque «en Pozoblanco falta la residencia». De bella factura fue el segundo pasodoble porque el autor de la letra y música de la agrupación, Pedro Guijo, se lo dedicó a su madre, una copla que «ha tenido que esperar siete años». Una letra cargada de emoción a la Inés, una mujer que «no paró de luchar», que tiró de «carácter para vivir y de humor para las miserias». Que pregunten en la calle la Feria, fue el final de un pasodoble tras el que el autor de la letra recibió el abrazo de sus compañeros de agrupación.
En los cuplés hubo espacio para las numerosas apariciones en fotografías del alcalde de la localidad o para la faceta empresarial de Prode. Mención destacada merece la primera parte de un popurrí donde los guías explican sus rutas tirando de un inglés de aquella manera. Divertida y aplaudida esa parte del popurrí, así como la dedicada a la agenda pozoalbense.
La noche prosiguió con Los Chunguitos que presentaron la chirigota ‘Los del Vapercito’, unos chungos muy chulos que, sin embargo, emocionaron a las primeras de cambio. Con letra de Álvaro Utrera y música de Antonio Carlos Escribano, la agrupación cantó un pasodoble donde fue describiendo una cabalgata de Reyes Magos, con sus luces y sus regalos, unos reyes que llegaron a la provincia de Valencia de manera adelantada en forma de voluntarios tras la Dana. Y tras la emoción tocó afilar la pluma porque el segundo pasodoble fue un puñal a la gestión del Ayuntamiento pozoalbense, aunque lo enmascaró la chirigota señalando la historia como lejana. Una gestión, criticó la agrupación, con un alcalde que no deja trabajar, que «todo lo retrasa» y ante el que «nadie se atreve a decirle la verdad porque si se la dicen te pone de patitas en la calle».
Divertidos cuplés donde la chirigota unió el estrés que sufren los políticos con la pérdida de pelo y por ahí desfilaron algunas caras conocidas de la política pozoalbense. El dúo Andy & Lucas, con el cambio estético de Lucas sufrido en su nariz, también ocupó espacio en los cuplés de esta agrupación, así como las disputas entre Santiago Cabello y Gerardo Arévalo en los plenos. El ‘lapsus’ en la presentación del Carnaval cerró los cuplés de esta agrupación que tiró de tipo en su popurrí con músicas muy reconocibles.
Última tanda de coplas
La noche, en lo que a la parte local se refiere, la cerró ‘Los Tarugossisimos’, una agrupación de nueva creación y por qué no decirlo la gran sorpresa del certamen. Unos escuderos que llegan matando por todo lo pozoalbense, bueno, por casi todo, cargando con sus símbolos y que consigue la complicidad con el público con un repertorio muy local que extiende hasta un popurrí que pasea por un año al completo. Magnífica la cuarteta sobre la feria de Pozoblanco a la que, quizás, «no queramos tanto».
Empezaron tirando de tipo y cantando a un Pozoblanco que emboba a estos chirigoteros, que se presentaron con la «suerte de ser tarugos». La segunda letra de pasodoble fue una de esas de concurso, a favor de la sanidad pública, recordando a los profesionales a los que no hace tanto se aplaudía y apelando a la lucha en la calle porque «nuestra sanidad no se vende, tan solo se defiende».
Temática variada en los cuplés con la agrupación mirándose a sí misma y al proceso de formación; crítica mediática ante ciertos silencios; nueva mención a Andy & Lucas, esta con recordatorio a su reciente paso por Pozoblanco; y también a la reducción de la jornada laboral con traída hacia lo local con el caso del «intruso». El estribillo enganchó porque los escuderos mueren por Pozoblanco, por su patrona y por sus ganaderos.. Y hasta ahí.
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