Eran aproximadamente las doce de la mañana cuando la tranquilidad de Pozoblanco se ha visto sacudida de repente. En el tejado de los juzgados de la localidad aparecía un hombre con una pancarta reclamando justicia y dejando atónitos a los numerosos curiosos que se han ido amontonando en las inmediaciones del Palacio de Justicia pozoalbense hasta donde se trasladaban dos dotaciones de bomberos, efectivos sanitarios, Guardia Civil y Policía Local.
Desde el primer momento, el capitán de la Guardia Civil ha negociado con el ciudadano, natural de Barcelona, que ha accedido a abandonar su reivindicación tras una conversación con su mujer, que llegó al lugar de los hechos. Aunque después se supo que no había intenciones de tirarse al vacío, lo cierto es que hubo momentos de desconcierto hasta que el hombre fue conducido hacia el interior de los Juzgados.
Desde allí fue trasladado por la Guardia Civil al Cuartel de la localidad donde prestó declaración y de donde salió hacia las dos menos cuarto. A las puertas del cuartel le esperaban sus familiares entre los que se encontraba su mujer con la que se fundió en un abrazo antes de atender a los medios que aguardaban su salida.
Cronología de los hechos
En ese momento, José Manuel Gómez de 41 años se ha venido abajo y muy emocionado ha explicado que “nunca he pegado a nadie y tan solo pido colaboración a la gente para que me ayude”. La acción de este ciudadano se produjo una vez recogida, esta misma mañana, una sentencia condenatoria que le obliga a pagar 800 euros a una niña de 18 años y 280 a una persona mayor a las que supuestamente hubiera pegado en El Viso el pasado 13 de enero de 2011, además de tener que pagar 5 euros diarios durante 45 días.
Para entender el caso hay que remontarse dos años y medio en el tiempo cuando un vecino de El Viso atropelló a la hija de José Manuel Gómez, quedando la niña, que por aquel entonces tenía trece meses, en una silla de ruedas y con “graves secuelas”. Tras la denuncia se estableció una indemnización, aunque por la vía penal el conductor quedó absuelto.
Sin embargo, los problemas entre las dos familias parecen no haber parado y la de José Manuel Gómez denuncia que “hemos tenido que dejar nuestra casa en propiedad en El Viso. Llevo pagados ocho mil euros en alquiler y son ellos los que no paran de amenazarnos y nosotros los que hemos tenido que dejar nuestra casa”.
La intención de Gómez no era otra que “pedir que la gente de El Viso que sabe la verdad hable y me ayude porque mañana les puede pasar a ellos” y explicó que su actitud se debió a la “gran impotencia que siento porque todo el mundo nos ha dado la espalda. Hace un año que conté mi situación al subdelegado del Gobierno en Córdoba y me respondió con un informe de la Guardia Civil donde se decían cosas que no se debían”. Gómez reiteró su inocencia a la salida del cuartel y agradeció el trato recibido aunque “algo me caerá por alterar el orden público”.
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