Belalcázar ha estrenado un mural artístico realizado por el reconocido artista sevillano Fabián Bravo ‘Kato’, considerado uno de los más destacados grafiteros del panorama nacional, cuya obra realizada el pasado año en Fuengirola le supuso estar nominado al mejor mural del mundo en 2023, quedando en una meritoria quinta posición.

El artista gráfico desembarcó en la localidad de Los Pedroches recién aterrizado de Seúl, donde ha completado un importante proyecto junto al Ayuntamiento de Málaga, y lo ha hecho de la mano de la Asociación Cultural Turdulia. Su presencia en Belalcázar tuvo como objetivo completar un proyecto artístico impulsado por dicho colectivo en colaboración con la Fundación Provincial de Artes Plásticas Rafael Botí y el Ayuntamiento de la localidad.

El mural realizado representa de forma idealizada el acto de fundación del señorío de Gahete, cuando el rey Juan II de Castilla, en el año 1444, entregó al maestre de la Orden de Alcántara Gutierre de Sotomayor las villas de Gahete (actual Belalcázar) e Hinojosa del Duque, en agradecimiento a los servicios prestados a la Corona, en un gesto que acabaría por ser embrionario de la creación del condado de Belalcázar un par de décadas más tarde.
 
Con la realización de la presente obra, desde la asociación cultural Turdulia, como promotores del proyecto, se ha pretendido impulsar la producción de un mural artístico de gran tamaño junto al emplazamiento donde se ubica el rollo jurisdiccional de la Villa de Belalcázar, con objeto de significar este lugar y darle la distinción y relevancia que merece por su significado histórico.
 
Inspiración y objetivo de la obra artística
 
El mural diseñado por Kato pretende evocar las grandes obras pictóricas del barroco español del siglo XVII, encontrando inspiración en los cuadros de otro hispalense universal como fue el gran maestro Diego Velázquez, considerado el mayor exponente de dicho periodo artístico. Obras caracterizadas por el color, la luz y el movimiento, que trabajan con grandes contrastes para hacer sobresalir a los personajes del lienzo, otorgando de este modo a los cuadros una atmósfera y textura muy singulares.
 
Con esa idea de trabajo, la composición propuesta por la asociación Turdulia como referencia para la recreación del mural ha sido la reproducción de un antiguo fresco ya desaparecido, pero bien documentado que existía en las inmediaciones de la ermita de la Virgen de la Alcantarilla, patrona de la localidad. Y es que, se dispone de varias fuentes documentales que atestiguan la existencia allí de una pintura con una escena muy particular. Así lo narra el prestigioso historiador Casas Deza, quien interpreta que la escena representada podría estar conmemorando la mencionada concesión del señorío, tal y como se extrae de su obra ‘Corografía histórico estadística de la provincia y obispado de Córdoba’. 
 
La técnica artística escogida para su realización ha sido el grafiti, por la versatilidad y libertad de creación que permite, por la idoneidad de este tipo de creaciones para el embellecimiento de muros y fachadas y por el contraste que supone el vanguardismo y modernidad de esta forma de expresión artística con el de un elemento patrimonial de concepción medieval como resulta el Rollo jurisdiccional de la Villa, pretendiendo que exista además una comunicación entre ambos que potencie su simbolismo y ayude a interpretar el significado del hecho histórico allí representado.