A puertas de unas elecciones llegan los balances de gestión, las promesas, los programas que hacen pensar en situaciones idílicas y que muchas veces quedan sobre el papel, llega el tiempo de mirar hacia el futuro. Pero cuando llega la cita con las urnas también es un momento idóneo para mirar hacia atrás, para recordar cuatro años que en el caso de Pozoblanco han sido más que movidos a nivel político. Es tiempo de recordar lo ocurrido para intentar no caer en los mismos errores, para que la losa en la que a veces se convierte el pasado no tenga su continuidad en el futuro. Hoy ponemos la lupa en lo que ha dado de sí una legislatura que no pasará a la historia de Pozoblanco como una de las más fructíferas y mucho menos de las más tranquilas. Ponemos nuestra lupa en los momentos cruciales a nivel político, los que han ido determinando, desde el último pronunciamiento del pueblo aquel 22 de mayo de 2011 hasta que se vuelva a producir el próximo 24 de mayo, la realidad del municipio. Empezamos.
Las elecciones, la moción de censura y el comienzo de una convulsa legislatura
El 22 de mayo de 2011 pasará a la historia de Pozoblanco como el día en el que el Partido Popular se convertía por primera vez en el partido político más votado en unos comicios electorales. Lo hará también como el día en el que los ganadores no se sintieron como tales y las previsiones se rompieron por la irrupción de un partido al que nadie valoró su fuerza. El CDeI de Benito García consiguió hacerse con 2.925 votos y ser la segunda opción más votada, por delante de un PSOE que se desplomó como fruto de su crisis interna. Después de una noche de cuchillos largos, los pactos empezaron a sonar y tan solo la pinza PP-PA -que había asumido la gestión del Consistorio durante los dos últimos de legislatura- se mantuvo para afrontar un mandato en minoría. El 11 de junio Baldomero García era investido alcalde de la localidad y nadie hacía presagiar lo que ocurriría tan solo unos días después. Los hasta hace poco enemigos irreconciliables, PSOE y CDeI, unieron fuerzas y se aliaron para firmar una moción de censura que llevaría el 29 de julio en un pleno donde la tensión alcanzó límites insospechados al líder socialista, Pablo Carrillo, a la alcaldía. Una decisión que marcó el resto de la legislatura, que dio al traste con cualquier posibilidad de entendimiento entre un equipo de gobierno que empezó a gestionar con mayoría absoluta y una oposición que no entendió las formas aplicadas.
Uno de los proyectos que marcaría la legislatura no tardó en aparecer y pronto se empezó a hablar de la peatonalización de la calle Mayor que, como todo en la vida, tuvo sus adeptos y sus detractores enmarcándose en este último grupo los miembros de una plataforma que alzó la voz en contra de esta medida, y de muchos comerciantes de la zona que vieron como sus pretensiones se quedaban en nada el 30 de junio de 2012 cuando la calle Mayor se convirtió en peatonal. Con los ánimos crispados, protestas, recogidas de firmas y los conductores adaptándose a los cambios, las curvas no se hicieron esperar. En el verano de 2012 los rumores de desavenencias en el seno del CDeI cogieron mucha fuerza y no tardaron en confirmarse.
La ruptura del CDeI y la pérdida de la mayoría absoluta dibujan una nueva legislatura
El 9 de septiembre de 2012 los rumores finalizan y la verdad se impone cuando a petición de Benito García, el primer edil pozoalbense retira las competencias a la que hasta ahora había sido miembro del equipo de gobierno, Josefa Márquez. Unos días después, Josefa Márquez se da de baja como militante del CDeI y el nuevo dibujo se deja ver el 29 de octubre cuando Márquez ya empieza a funcionar como concejala no adscrita. El equipo de gobierno pasa de los nueve concejales que marcan la mayoría absoluta a los ocho que le obligan a poner el diálogo por delante para alcanzar cualquier tipo de acuerdo. Precisamente la falta de acuerdo será el detonante de la cadena de protestas que comienza a hacer evidentes y públicas la Policía Local el 22 de marzo de 2013, un conflicto que se extiende en el tiempo y del que el colectivo culpa al alcalde por «su falta de capacidad para dialogar».
La nueva situación obliga al tándem PSOE-CDeI a buscar apoyos para sacar los principales proyectos hacia delante. La primera prueba de fuego llegan con unos presupuestos que se aprueban gracias al apoyo de IU que ofrece su voto afirmativo a cambio de unas premisas de las que tan solo se cumple una y dos años más tarde, la tercera fase de la remodelación de la Avenida Villanueva de Córdoba. La formación liderada por Manuela Calero volverá a ser protagonista unos meses más tarde cuando el CDeI busque de nuevo su apoyo para intentar conseguir que Benito García se haga con la alcaldía, uno de los acuerdos de aquella moción de censura: dos años alcaldía para el PSOE, dos para CDeI. Sin embargo, Carrillo lo tiene claro, no convocará un pleno que deje la dirección del Ayuntamiento en manos del PP, por lo que insta a su socio de gobierno a buscar algún apoyo que no llega en ningún momento.
Mientras la situación política se enquista en el Ayuntamiento, con un equipo de gobierno a la deriva, evidenciando cada vez que pueden sus discrepancias y mandándose recados en sendas ruedas de prensa, el PA presenta un Plan de Empleo que será aprobado posteriormente en pleno y los pozoalbenses ven cómo en la carretera de Iryda se reinician los trabajos para ver concluida esta infraestructura siete años después. Entre los líos políticos y la rutina del municipio, en el verano de 2013 Baldomero García es reelegido como presidente del Partido Popular de Pozoblanco, precisamente cuando algunas voces invitaban a una renovación que se produce parcialmente y se cierran filas en torno a un líder que dada la situación del Consistorio podría volver a ser el primer edil de la localidad.
Adiós a la peatonalización
El ‘divorcio’ en el Ayuntamiento ya es evidente y el hecho de que el PSOE no acepte las nuevas condiciones solicitadas por el CDeI provoca una ruptura que es cuestión de tiempo que acabe en desastre. De momento, el socio de los socialistas se cargará su principal apuesta, la peatonalización, llevando a pleno la aprobación para llevar a cabo un sondeo que cuenta con el respaldo del PP. Son malos momentos para un PSOE que ve cómo su líder protagoniza una imagen inédita en la localidad cuando es abucheado, hasta en dos ocasiones, durante el discurso que realiza en el Pregón de Feria el 21 de septiembre. Otro varapalo se llevará Carrillo, y por extensión su equipo, cuando el sondeo sobre la reapertura al tráfico de la calle Mayor finaliza con un aplastante 72,56 por ciento a favor y el 11 de diciembre de 2013 los coches vuelven a circular por una de las principales arterias de la localidad.
2014 no se salió de lo vivido con anterioridad y esta vez es el PA el que apoyó al gobierno para aprobar unos presupuestos en los que se incluyen unas condiciones que tampoco verán su consecución en la mayor parte de las mismas. Un nuevo capítulo de las malas relaciones entre los socios de gobierno se escenifica el 16 de abril cuando Pablo Carrillo emite un decreto que viene a equiparar los miembros socialistas en la Junta de Gobierno Local con los que tiene el CDeI, hasta ahora en mayoría. El gesto no gusta nada a Benito García que lo tacha de un «abuso de poder» por parte de Pablo Carrillo. Ya en los meses de verano, comienza a perfilarse y a darse el conocer de Cambiemos Pozoblanco y también se celebra la primera asamblea de Podemos Pozoblanco, un proyecto que no conseguirá permanecer al devenir del tiempo. El último año completo de legislatura ve también cómo, por fin, se inician las obras de remodelación de la Avenida Villanueva de Córdoba en su tercera fase o las de ampliación de la Biblioteca, proyectos eternos del municipio. Y en los últimos meses, mientras nos quedamos sin televisión local después de quince días en TDT, Benito García es reelegido como candidato del CDeI a las municipales, mientras que Pablo Carrillo y Manuela Calero se bajan del carro.
El último movimiento
Sin embargo, el anuncio de la no continuidad del primer edil pozoalbense no es sinónimo de tranquilidad, ya que Carrillo realiza un último movimiento el 27 de enero de 2015 al volver a firmar un decreto en el que retira todas las delegaciones y competencias a los concejales del CDeI quedándose los cuatro ediles del PSOE al frente del Ayuntamiento en solitario. Es el último golpe que viene provocado por un pleno en el que el grupo de Benito García presenta una enmienda a unos presupuestos que se suponen son del equipo de gobierno. El esperpento alcanza sus cotas más altas. Mientras, los demás partidos van perfilando su apuesta por las municipales y José María Moyano se convierte en el referente de Cambiemos Pozoblanco-Izquierda Unida, mientras que en el mes de marzo Emiliano Pozuelo y María Jesús Adell renuncian a sus actas de concejales para poder preparar ese mismo camino bajo la agrupación de electores, Pozoblanco Positivo, de la que Pozuelo se convierte en cabeza visible. Con Auxiliadora Pozuelo como candidata del PSOE confirmada después de que los rumores se intensificaran, las cosas en el PP andan más revueltas con Baldomero García anunciando que no se presentará y Ventura Redondo tomando un relevo en el que duró apenas cinco días. La falta de libertad para realizar su lista lleva a Redondo a dimitir y el PP confecciona una lista que entrega sobre la bocina para que se cumpla el plazo legal. Una rocambolesca situación que se escenifica en el último pleno donde los concejales populares emiten su voto cada uno de manera individual.
Cuatro años después y tras vivir otra legislatura convulsa, los ciudadanos de Pozoblanco están llamados a las urnas y con sus votos hacer su propio balance. Toca decidir y determinar quiénes serán los encargados de encaminar la dirección de una localidad que ansía algo de tranquilidad.
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