La gran losa funeraria hallada en 2019 en el templo que articula el yacimiento de La Losilla presenta un texto único en Hispania y en el Occidente Latino por su composición en forma de acróstico silábico y por el contenido del texto, según expresa Fedor Schlinbach, el arqueólogo que dirige las excavaciones en este conjunto datado entre los siglos VI y VIII y ubicado al norte del término de Añora. En un artículo publicado en la revista extraordinaria de la Fiesta de la Cruz, Schlimbach explica que tras el descubrimiento de este elemento funerario se procedió a su recomposición y al análisis del texto, en el que se descubre la palabra Hieronimus dispersa y por orden en las primeras sílabas de cada línea de la composición. El arqueólogo alemán señala que la dificultad para interpretar el texto supuso que se contara con la ayuda de Arrmin Stilow, considerado uno de los mayores especialistas en epigrafía antigua y tardoantigua de la Península Ibérica, para que se hiciera cargo de descifrar el mensaje. El resultado de su análisis supone, según Schlimbach que “mientras que los acrósticos con letras ocurren con frecuencia, sobre todo en textos métricos, en el caso de la inscripción de la Losilla estamos ante el único ejemplo de acróstico silábico en un texto de prosa, y no sólo en Hispania, sino en todo el Occidente Latino”.
Otro aspecto importante, según refleja el estudio de Stylow al que hace referencia el director de las excavaciones en La Losilla, se encuentra en la tercera frase de la inscripción, que expone la idea de que Hieronimus estuviera “formado de polvo de Dios”. Esta expresión es una adopción literal del Génesis 2,7, proveniente del cuento de la creación de Adán, lo que quiere decir, según los arqueólogos, que la lápida quiere equiparar la presencia del difunto con la creación de Adán, “en una interpretación individualizadora que no tiene paralelo ninguno en las fuentes tardoantiguas de la Península Ibérica”.
¿Quién era Hieronimus?
Situando la lápida en el contexto del yacimiento, su texto aporta información sobre el personaje y sobre las características del poblamiento de La Losilla hace no menos de 1.200 años. Hieronimus debió vivir entre finales del siglo VII y principios del siglo VIII, ya que la basílica y la hacienda o alquería que rodeaba al templo fue abandonada al principio de la llegada de los musulmanes. Hieronimus murió con 35 años posiblemente de una enfermedad y no sería un clérigo, sino una persona destacada dentro de la comunidad, quizá de la familia propietaria del enclave. Sin embargo, las pretensiones literarias del epitafio, según explica Schlimbach, llevan a relacionar al difunto con un círculo de literatos cuyos miembros solían componer e intercambiaban textos y poemas: “Varios testimonios literarios nos atestiguan la existencia de personas con tales intereses en época tardoantigua en Hispania y en la Galia, y aunque el texto de nuestra inscripción no llega al nivel literario de Venantinus Fortunatus o de Eugenio de Toledo, sí da testimonio de una cultura literaria en la clase alta de la Baetica de época visigoda”, según Schlimbach. Eso daría al enclave y a sus propietarios o habitantes una cierta relevancia por su conexión con elites otros territorios.
Una campaña más de excavaciones
El alcalde de Añora, Bartolomé Madrid, ha expresado su satisfacción por los resultados de las excavaciones de La Losilla, ya que “están descubriendo aspectos muy singulares de nuestro pasado que permanecían ocultos”. Madrid ha expresado que las novedades que aporta La Losilla a este periodo de la historia son “muy exclusivas y relevantes”, por lo que “vamos a seguir apostando porque las excavaciones sean viables”. De momento, el alcalde ha destacado que está aprobada una campaña de trabajos para esta anualidad y “si es posible en el marco de la situación en la que nos encontramos, se seguirán desvelando secretos de la historia de nuestro territorio”.
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