Por segundo año consecutivo, el proyecto ‘El Dehesafío’ de la Fundación Prode ha puesto en marcha la campaña para controlar y capturar los adultos de Cerambyx en los que se transforman, después de completar su metamorfosis, los gusanos taladradores de los troncos de las encinas. Una campaña de captura que tiene como objetivo impedir objetivo impedir su apareamiento y la puesta de huevos por la hembras, que infectarían más encinas dando lugar a nuevos gusanos.
En esta ocasión, se han sumado a este proyecto 25 fincas donde se están colocando 650 trampas, datos superiores a los de la campaña anterior cuando participaron de forma experimental 12 fincas. En aquella ocasión, además, se instalaron 287 trampas que permitieron captura 790 ejemplares, de los que 352 eran hembras y 438 machos, según la información ofrecida por los responsables del proyecto.
La campaña consiste en la instalación de unas trampas en los troncos de las encinas con líquido atrayente y hechas de tal forma que los adultos, una vez dentro, no puedan salir. Ante la imposibilidad práctica de eliminar las larvas que están dentro de la encina, el tratamiento de estas plagas se centra en el control de los adultos, de forma que se impida que pongan huevos que den origen a nuevas larvas. Ahora bien, dado que los gusanos tardan tres o cuatro años en llegar a la fase adulta y salir del tronco, el tratamiento debe realizarse durante cuatro años consecutivos, como mínimo, para que sea efectivo.
La confección de las trampas ha contado con la colaboración de los usuarios del Centro Ocupacional de Prode, que han recogido y proporcionado gran cantidad de envases para darles un segundo uso y evitar residuos.
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