El Santuario de la Jara volvió a convertirse en protagonista por segundo día consecutivo. Tras la Romería de llevada de la Virgen de Luna por parte de la Cofradía de Pozoblanco, ayer tomó el relevo Villanueva de Córdoba que se acercó hasta el Santuario para vivir la Romería de recogida y llevada hasta su localidad de la mencionada imagen. Se vivieron, como cada año, momentos intensos y los fieles volvieron a demostrar su devoción por la Virgen de Luna.

El día arrancó con la concentración de Cofrades y Romeros en la Iglesia de San Miguel a las ocho y media de la mañana y el posterior rezo de la Salve. Después, comenzó el camino hacia el Santuario donde se llegó antes de las doce del mediodía. A esa hora, la Virgen fue sacada a hombros de la ermita y comenzó la procesión alrededor del Santuario. Sorprendió ver a una mujer portando una de las insignias de la Cofradía, ya que casi siempre son portadas por hombres por tema de inscripción por antigüedad. Sin embargo, en esta ocasión le tocaba a una persona que no pudo portarla y la tarea le fue encomendada a un familiar, en este caso, a una mujer.

Como viene siendo habitual, tras la procesión se celebró la Eucaristía donde actuó el Coro Romero «Virgen de Luna». Una vez finalizada arrancó el día de convivencia y de Romería como tal. A las cinco de la tarde comenzó el camino de regreso hacia Villanueva de Córdoba, donde siguieron los fastos en honor de la Virgen de Luna.

A su llegada, fueron numerosos los ciudadanos que se dieron cita para recibirla. El día finalizó con el recibimiento oficial en el Regajito por el Clero, Autoridades Civiles y Militares y miembros de la Hermandad y con el traslado procesional de la imagen hacia la Parroquia de San Miguel.

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