El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha defendido este miércoles que el Gobierno está «muy tranquilo» ante los recursos planteados a la Norma de Calidad del Ibérico, entre ellos de la comunidad de Castilla y León, porque en este caso, a su juicio, «no proceden», a lo que añade que imagina que «los tribunales son racionales».
En declaraciones a los periodistas, antes de clausurar en Pozoblanco (Córdoba) las XXI Jornadas Técnicas de la Cooperativa Agroganadera del Valle de los Pedroches (Covap), el ministro ha explicado que «sobre todo en materia de etiquetado hemos seguido las indicaciones de la Comisión Europea, que apuesta por los etiquetados transparentes», y respecto a «reservar pata negra para la gama más alta», comenta que en España cuando se habla de pata negra se sabe de lo que se habla, y llamar pata negra a todos los jamones al margen de que sean ibéricos de bellota de dehesa es una aberración».
En este sentido, destaca que la norma «es muy exigente», si bien «protege a los consumidores», a lo que añade que «en Andalucía hay alegría y tranquilidad, porque se produce un jamón de enorme calidad y la norma se adecua perfectamente a todos aquellos que producen jamón de calidad y todos los que son transparentes».
Así, cree que «oponerse a esta norma solo lo hacen aquellos que no quieren que haya información al consumidor», motivo por el que subraya que «cuando hay transparencia e información al consumidor se puede ganar dinero en todos los segmentos», de manera que, según argumenta, «esta norma se ha puesto en marcha sobre todo para proteger la raza ibérica, que estaba en recesión, cada vez había menos animales de raza ibérica pura».
Por tanto, considera que «se han hecho las cosas razonablemente bien» y espera que «a lo largo de la trayectoria de la norma esta sirva para que los precios se incrementen, que los consumidores valoren más y compren en función del esfuerzo financiero que quieren hacer, pero conociendo cuál es la calidad que reciben a cambio».
Y es que, ha subrayado el ministro, «es una norma que apuesta por la transparencia, la información, la protección de la raza y la mayor calidad de los productos y que los etiquetados se correspondan exactamente con el contenido». El presidente de Covap, Ricardo Delgado Vizcaíno, le ha pedido al ministro que el control para el cumplimiento de la norma sea «férreo».
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