Quince meses, ese es el tiempo que ha tenido que pasar para que los pozoalbenses puedan recuperar el único medio de comunicación de titularidad municipal. Ayer, el alcalde de Pozoblanco, Emiliano Pozuelo, explicaba a los medios de comunicación a la finalización de una rueda de prensa los últimos pasos dados para salir del atasco en el que se estaba. Le pesaba al primer edil su pasado en la oposición, cuando lideró la lucha para conseguir de nuevo las emisiones de Canal 54 y un escrito donde dejaba constancia que si de él dependiera la cosa estaría solucionada de inmediato. No ha podido ser así y los tiempos se han dilatado, pero Emiliano Pozuelo ha cumplido una de sus promesas. La gestión se ha culminado con éxito y por eso mismo, aunque sin grandes artificios, el alcalde dejaba ayer ver su alegría.
La noticia, como todas, también tiene otros matices que me gustaría destacar sin empañar ni un ápice la alegría que muchos ayer sentimos. Resultó curioso que no le acompañara a la hora de dar esa noticia a Emiliano Pozuelo el concejal responsable de Canal 54, Santiago Cabello. En un Ayuntamiento donde nos estamos acostumbrando a las ruedas de prensa numerosas -tanto por quien interviene como por el público que asiste- no deja de extrañar que Cabello no estuviese presente cuando la noticia afecta a un servicio que depende directamente de él. Un detalle que podría carecer de importancia pero que considero vital.
¿Por qué? Está claro. Era muy complicado poner en marcha de nuevo Canal 54 pero igual de difícil será determinar qué es lo que se quiere del único, lo vuelvo a reiterar, medio de comunicación de titularidad municipal. Y en esto creo que Partido Popular y Pozoblanco en Positivo tienen posturas que, apostaría a decir no van -cuánto menos- de la mano. Toca enfrentarse ahora a volver a dotar de personal un medio de comunicación que se ha ido desmantelando -en todo este tiempo apagón de cinco personas a jornada completa se ha pasado a dos-, toca estudiar qué es lo que se quiere y cómo se quiere. Y sobre todo hay que decidir el grado de la implicación de los políticos en el trabajo de los profesionales. Llegados a este punto, apuesto también a que las diferencias existirán, básicamente porque las dos piezas de este equipo de gobierno no acaban de encajar en materia de comunicación.
El 16 de diciembre de 2014 escribía un artículo titulado El doble rasero de nuestros políticos que hoy recupero y donde venía a decir, entre otras cosas, que la televisión poco o nada ha importado durante muchos años a los responsables del Ayuntamiento de Pozoblanco. Igual ahora empieza a importar. En ese mismo artículo deseé que mis compañeros pudieran seguir con su trabajo. De aquellos tan sólo quedan Antonio Arévalo, Javier Moreno y Florencio Herruzo, por quienes ayer honestamente me alegré, al igual que lo hice por todas aquellas personas que durante este tiempo he visto preguntar por la vuelta de las emisiones en TDT.
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